Rubi y el enésimo fracaso de Carlos Suárez

Braulio Vázquez, director deportivo; Carlos Suárez, presidente, y Joan Francesc Ferrer 'Rubi', entrenador. Foto: Ricardo Otazo, El Norte de Castilla
Braulio Vázquez, director deportivo; Carlos Suárez, presidente, y Joan Francesc Ferrer 'Rubi', entrenador. Foto: Ricardo Otazo, El Norte de Castilla

Se acabo, no hay ascenso. La posibilidad de subir a la máxima categoría se desvaneció el pasado sábado en Las Palmas. En una eliminatoria de promoción de ascenso marcada por los árbitros y la nula capacidad de creación de jugadas de ataque en el partido de vuelta por parte del Real Valladolid, algo de lo que ha adolecido toda la temporada y que a base de ‘chispazos’ de Óscar, Mojica (en la primera vuelta) y Hernán Perez (tras el mercado invernal) ha conseguido mantenerse en puestos de PlayOff.

De acuerdo, con posibilidades matemáticas de ascenso lo más inteligente era ponerse la venda y no criticar a la plantilla ni cuerpo técnico. Certificado que un año más jugaremos en Segunda llega el tiempo del análisis y la reflexión.

Desde un primer momento se ha considerado a la plantilla del Real Valladolid, junto a la del Real Betis, las dos mejores de la división de plata del fútbol español. Con mejores jugadores y más compensada que la anterior de JIM en Primera. Y este calificativo quedó refrendado tras los ‘mediáticos’ refuerzos invernales.

Sin identidad y jugando a nada estábamos ahí arriba, cuando el ‘equipo’ se acoplara no habría quien nos parara, pensábamos muchos aficionados. La victoria ante el Sporting en Zorrilla nos hizo creer en el ascenso, pero con el tiempo fue solo un espectacular encuentro de Hernán Pérez ante los asturianos, que pese al resultado dieron más sensación de equipo y entrega que el nuestro.

Pero tras este encuentro, pronto esta plantilla nos devolvió a la realidad, este no iba a ser el año (tampoco). Desde la visita a Ponferrada la afición blanquvioleta se ‘desengancho’ definitivamente de esta plantilla. Se veía el enésimo fracaso de la era Carlos Suárez, una etapa ya muy larga y de continuas decepciones de la que la afición blanquivioleta esta agotada y desilusionada (ojo a los números en la próxima campaña de abonados).

Y lo dicho, pasaban las jornadas y Rubi no conseguía ajustar la maquinaria, solo la ‘magia’ de Óscar y Hernán Perez a cuenta gotas nos mantenían a flote… con Álvaro Rubio en el banquillo. Curioso lo del riojano, el único jugador que le ha dado cierto sentido al juego a lo largo de la temporada, pero que no ha gozado de la confianza de Rubi. Tampoco en el último encuentro del PlayOff pese a ser uno de los jugadores destacado en la ida. Sacando ‘músculo’ para seguir tocándola. Perdidos.

En mi análisis he evitado utilizar la palabra equipo, porque creo que Rubi no ha conseguido formar un verdadero equipo pese a la buena relación profesional en el vestuario y la unión con el técnico. Un entrenador del que muchos creemos puede llegar a Primera División y triunfar, un trabajador como la copa de un pino. Pero que por su forma de entender el fútbol parece más valido para conseguir permanencias en Primera División que ascensos en Segunda. Más preocupado por el rival que de intentar cohesionar a su equipo y dotarle de una identidad y estilo de juego propio.

Cierto es, que las lesiones de larga duración de Roger y Alfaro han sido un hándicap para el conjunto blanquivioleta. Pero ni con los fichajes de ‘calidad’ que llegarón en el mercado de invierno, ni tras la recuperación de ambos, el conjunto de Rubi ha conseguido el lavado de cara.

Si para muchos Rubi es un buen técnico, Braulio un excelente director deportivo, ¿los jugadores algo de culpa tendrán?. Nadie duda (o dudaba) de la calidad de la plantilla, pero es cierto que a este equipo le faltaba gente con personalidad, trabajadores incansables en la sombra y que sepan manejar el ahora denominado ‘otro fútbol’. Un buen ejemplo lo hemos visto el sábado en Las Palmas, fomentando la imagen de ‘leñeros’ del conjunto blanquvioleta en la ‘piscina’ de Zorrilla en la ida, han sabido teatralizar las caídas para engañar al arbitro y calentar a sus aficionados. Y eso les ha servido más que las innumerables ocasiones marradas, incluyendo penaltis sin portero.

Dicho esto, no queda otra que trabajar en el próximo curso. Muchos interrogantes para esté verano. ¿Continuará Rubi pese a tener contrato?. ¿Braulio abandonará el barco por algún otro proyecto de mejor calado?. Son muchos los jugadores que se marcharán tras sus cesiones o finalización de contrato… Lo que si tenemos claro son dos cosas: la primera que Carlos Suárez continuará (no le deseamos que si salga sea con los dos pies por delante como él dice). Y, la segunda, que de esta ‘gran’ plantilla que se supone teníamos, llegue alguna generosa oferta de traspaso por alguno de ellos y que tan bien le vendría al club para subsistir en lo económico. Lamentablemente, los más destacados como Hernán Pérez o Javi Varas, quedan libres tras no lograr el ascenso.

¡¡¡Aupa Pucela 2015/16!!!

1 respuesta

  1. GAP dice:

    Por favor que alguien hable claro que diga que tenemos al dueño del club con mas fracasos acumulados en la historia que con su tibieza ha logrado despoblar las gradas de Zorrilla que habla del club con comentarios como” mi equipo” y está confundido el es el dueño de una SAD no del Real Valladolid equipo amado por toda la ciudad y que sin nosotros su SAD no existiría que la gente adquiere su abono y no va al campo que antes teníamos relación con los mejores equipos de España y ahora estamos de compadreo solamente con Rayo Vallecano y Villarreal que por desgracia salen jugadores y entrenadores del club hablando pestes de este señor y que es un especialista en acudir a los juzgados.
    En fin podría seguir y no acabaría. Propongo crear una plataforma o grupo de opinión para intentar devolver al club a los abonados de donde nunca debió de salir.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: